Estrategias para la prevención de recaídas

El camino hacia la recuperación de una adicción es largo y arduo. Cuando alguien alcanza la sobriedad, puede ser difícil evitar que caiga de nuevo en los viejos hábitos. Las sensaciones físicas incómodas que produce la abstinencia en el cuerpo puede convertirse en una fuente de estrés. Desafortunadamente, no existe un botón para hacer desaparecer las ansias de consumir. Sin embargo, puede dedicar un tiempo a crear estrategias para la prevención de recaídas, un plan sólido que le ayudará a evitar perder todo el progreso logrado y los resultados ganados en su cambio hacia la recuperación.

Qué es un plan de prevención de recaídas

Un plan de prevención de recaídas se compone de un conjunto de estrategias que tienen la función de evitar la recaída y ayudarle en los momentos más críticos en su proceso de recuperación.

Los planes pueden ser detallados, planes escritos o técnicas verbales. Lo importante no es el formato en el que se encuentre, sino conocer las herramientas funcionales necesarias para mantener su sobriedad y el progreso que lleva realizado. Antes de realizar cualquier plan de prevención de recaídas, debe tener un conocimiento profundo sobre qué es una recaída y cómo funciona.

¿Qué es una recaída?

Cuando una persona empieza a buscar una solución a su problema de adicción, puede encontrar dificultades en el proceso. Incluso después de permanecer un largo periodo de tiempo sin consumir, es posible que vuelva a recurrir a las sustancias que inicialmente le llevaron a la enfermedad.

El acto de reanudar el uso de sustancias o la vuelta a la adicción después de la abstinencia se conoce como recaída.

Es uno de los problemas más comunes en el proceso de desintoxicación. En muchas ocasiones, dependiendo del tiempo que la persona ha estado experimentando la dependencia a las drogas antes del cambio, es posible que no esté familiarizado con la sensación o costumbre de independencia de alguna sustancia o comportamiento.

Es importante brindar el apoyo necesario a las personas que están en proceso de desintoxicación para evitar estas recaídas.

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Signos comunes de la recaída

La recaída se trata de un momento de debilidad que se manifiesta en tres etapas. La primera de ellas es la recaída emocional. En esta fase no se piensa de manera consciente en retomar el consumo. Sin embargo, el estado emocional de la persona comienza a llevarlo hacia esa dirección. El aumento de la ansiedad y la ira lo envuelven en

Otro signo de recaída son los cambios repentinos en los hábitos que ha ido adquiriendo, como los problemas para conciliar el sueño o comer con regularidad.

La recaída emocional acaba por convertirse en recaída mental, aquella etapa en la que empieza a considerar la posibilidad de volver a consumir. A medida que continúe en esta fase, intentará justificar en todo momento el uso de las drogas, prometiendo un consumo mínimo y oculto a los demás.

Esta recaída mental culmina con una recaída física, donde la fantasía de consumir drogas se convierte en realidad. Puede que empiece por una cantidad mínima al principio, pero a medida que vaya consumiendo, es probable que alcance los niveles que poseía antes de su tratamiento y en un corto periodo de tiempo.

Es necesario abordar las emociones y pensamientos durante las etapas anteriores para no recaer y echar por tierra todo el esfuerzo realizado hasta ahora.

Habilidades para la prevención de recaídas

Las habilidades de prevención de recaídas son herramientas esenciales para aprender a vivir una vida feliz.

La recuperación de una adicción es un proceso de crecimiento personal con hitos de desarrollo. En cualquiera de estas etapas existe el riesgo de recaídas, por lo que es importante conocer y comprender las habilidades de prevención de recaídas. Algunos de los desencadenantes más comunes de una recaída incluyen:

  • Aburrimiento
  • Estrés
  • Problemas con el dinero
  • Problemas con las relaciones
  • Ciertas personas o lugares
  • Olores
  • Viejos hábitos
  • Ansiedad
  • Ira

La mayoría de los centros de tratamiento de adicciones educan a sus pacientes sobre las técnicas de prevención de recaídas y les ayudan a aprenderlas para mantenerse dentro del camino de la recuperación y lograr sus metas a corto y largo plazo.

Existe una amplia gama de herramientas de prevención que se pueden implementar en la rutina diaria para ayudar a prevenir las recaídas. Una de ellas son las habilidades de prevención, que deben implementarse en el horario y la rutina diaria de cada persona para reducir los riesgos de antojos y consumo.

Autocuidado

Implementar el ejercicio físico junto a una dieta balanceada y un horario estructurado de sueño ayudará a reducir los riesgos de recaída en el individuo.

Conocer los factores desencadenantes

Siempre que se sienta deseos de consumir o se sienta ansioso, es importante preguntarse si siente alguno de estos desencadenantes internos (irritabilidad, ansiedad, baja autoestima, hambre, ira, soledad o cansancio) o externos (personas, lugares o cosas que recuerdan su uso pasado). Estos son algunos de los factores más comunes que se manifiestan durante la recuperación y a los que hay que hacer frente.

Formar parte de un grupo de apoyo

Estar en un grupo con personas que atraviesan el mismo problema puede ser de gran ayuda. Sentir el apoyo de mentores y compañeros se convierten en elementos importantes dentro de la recuperación, además de prevenir los sentimientos de soledad y riesgo de aislamiento, los cuales son algunos de los desencadenantes comunes de una recaída.

Lista de contactos de emergencia

Cuando surge un impulso, puede ser difícil controlarlo, sobre todo al comienzo de la recuperación. Una habilidad de prevención de recaídas muy útil es realizar una lista de familiares o amigos sanos que también se están recuperando y los pueda llamar para recibir apoyo. Es importante tener una persona segura con la que pueda hablar y le ayude a superar ese deseo momentáneo para recordar por qué no desea volver al comportamiento anterior.

Mantenga la lista consigo en todo momento para tenerla disponible y pueda realizar llamadas rápidamente cuando lo necesite.

Respiración profunda

La respiración es fundamental para la vida. No solo está relacionada con varias funciones esenciales en todo el cuerpo, sino que también tiene un gran efecto en la química del cerebro. Tiene un gran impacto en sus emociones y ayuda a regular su estado de ánimo en general.

La respiración profunda libera neurotransmisores en su cerebro que desencadenan sustancias químicas para sentirse bien, dando como resultado relajación, felicidad y reducción del dolor.

Se considera una técnica excelente para la prevención de recaídas porque se puede utilizar prácticamente en cualquier lugar sin que nadie sepa que lo está realizando.

Apoyo del centro de adicción

Todas las opciones descritas anteriormente, junto con la participación en un centro de desintoxicación, le ayudarán a diseñar un plan de prevención de recaídas óptimo.

En Centro desintoxicación Sevilla como objetivo facilitar la recuperación de nuestros pacientes de su dependencia a las drogas, capacitando a las personas de las mejores herramientas para que tengan un futuro saludable y fuera de las adicciones.

El tratamiento de adicciones, junto a la medicina especializada e indispensable, está fundamentado en la amplia experiencia y los excelentes e incomparables resultados que se consiguen con los terapeutas exadictos, formados en el conocimiento de la enfermedad, la experiencia vivida y con una preparación adecuada, se encargan de dirigir la recuperación y reinserción de los pacientes adictos.

La experiencia vivida por el paso de la enfermedad y su vocación por ayudar a las personas que están atravesando el mismo camino que hicieron ellos, son las claves para lograr la recuperación del paciente.

Da el primer paso hacia la recuperación, nosotros te ayudamos.

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