La peligrosa práctica de mezclar drogas con medicamentos

               Es muy probable que sea conocedor de la advertencia formulada tantas veces y por numerosas vías, de que la mezcla de sustancias, como el alcohol, con la toma de medicamentos es peligrosa a diferente escala dependiendo del contenido de la combinación de que se trate.

Desde el Instituto Sócrates, centro de desintoxicación en Sevilla, queremos ofrecerle alguna notas generales sobre este tema y cumplir con uno de nuestros propósitos, que es mantenerle informado y ayudarle en la medida de lo posible.

              El peligro del que hablamos, no es ficticio ni exagerado, es real, existe. Por un lado, nos podemos encontrar con diferentes tipos de sustancias o drogas que poseen una composición química propia y provocan diversos estados en la persona (conteniendo agentes químicos que actúan sobre el sistema nervioso central, produciendo cambios temporales en la percepción, el ánimo, el estado de conciencia y el comportamiento). Por otro lado, nos encontramos con los efectos que buscan originar los medicamentos. La cuestión parece lógica, estaríamos ingiriendo dos grupos químicos a la vez y, por tanto, nuestro estado podría sufrir un descontrol respecto al cual, si no son conocedores los médicos de qué tipo de mezcolanza se trata, en caso de fatalidad, podríamos estar arriesgando totalmente nuestras vidas.

             Para un mejor entendimiento de la gravedad del asunto, en aras de evitar que se piense que este riesgo sólo concurre cando hablamos de drogas más duras de consumo no tan habitual o legal, centraremos nuestro artículo en el alcohol (cuya demanda puede resultar a primera vista más común o, al menos, más normalizada).

Pues bien, de una parte, la mezcla de alcohol con ciertos medicamentos podría provocar algunas de las siguientes respuestas: náuseas, vómitos, dolor de cabeza, letargo, desmayos o pérdida de la coordinación, ponernos en riesgo de sufrir hemorragias internas, problemas del corazón, así como dificultades respiratorias. De otra, y esta consecuencia nos es más conocida, puede disminuir la acción terapéutica de la medicina, anularla o, inclusive, inducir a su transformación en una composición dañina o tóxica para nuestro cuerpo.

En cuanto a los medicamentos, así como nos es necesario respecto a las drogas que nos refiramos a aquellas más radicales como la cocaína, también debemos ser precavidos en relación con los que son de venta libre (no siendo necesario que se trate de un sujeto con una enfermedad o deficiencia desarrollada y grave, y que esté bajo un tratamiento médico y fármacos recetados). De hecho, se considera que ciertas hierbas medicinales, pueden resultar también adversas con alcohol.  Así, sólo si no damos lugar de este tipo de cóctel,  la toma de remedios farmacéuticos (con receta o sin ella), será segura y efectiva.

Mezclar alcohol y drogas puede resultar peligroso,  ya se trate de medicamentos con o sin  prescripción.

             Un grupo de pacientes especialmente vulnerables, en general y a estas mixturas, son las personas a partir de cierta edad. Y es que nuestros mayores, presentan un estado de salud más debilitado, pues son más propensos a necesitar tratamientos médicos para combatir o paliar los efectos de las enfermedades y por el mismo factor edad. De manera que, esta clase concreto de casos, albergan más probabilidad de propiciar un resultado fatal.

Siguiendo nuestro supuesto con el alcohol, éstas son algunas de las consecuencias que pueden existir,dependiendo del medicamento con el que se mezcle:

  • Puede aumentar los efectos hipnóticos de píldoras para dormir y sedantes, dando lugar a somnolencia e, incluso, al fallecimiento.
  • Aumentar los riesgos de padecer úlceras estomacales, en caso como su mezcolanza con medicamentos del perfil de la aspirina.
  • Reducir la efectividad del tratamiento. Así sucede con los medicamentos para la diabetes, impidiendo su correcto funcionamiento regulador, dando lugar a la inestabilidad peligros de los niveles de azúcar en sangre.
  • Es potenciador de la acción de los ansiolíticos.
  • Etc.

           Si usted tiene alguna dudas a este respecto, no dude en consultar con su médico o farmacéutico, pues sólo un profesional puede indicarle qué remedio interactuará peligrosamente con las sustancias adictivas y, muy importante, en qué grado.

          En el Instituto Sócrates, ponemos a su disposición nuestros servicios. No repare en ponerse en contacto con nuestro centro de adicciones para resolver cualquier cuestión sobre nuestros procesos de recuperación y tratamiento de adicciones en Sevilla.

Somos profesionales y estamos aquí para ayudarle.